En la granja avícola del Grupo JHS comienza todo el proceso de recolección y clasificación de huevos. Ese es un espacio dedicado a la producción de huevos para consumo humano.
Todo inicia cuando las gallinas de raza Isa Brown ponen el huevo y este es transportado por bandas hacia la recolectora y esta, a su vez, los deposita en la máquina de transferencia. Posteriormente, y de forma automática, esos huevos son llevados hacia el área del núcleo que es donde se clasifica y se seleccionan, de acuerdo a su peso y calidad.
Según nos explicó Elvis Conde, médico veterinario y coordinador de JHS Aves, en el núcleo de nuestra unidad es donde recibimos la producción proveniente de los galpones. En la máquina clasificadora se separa la proteína por peso, y allí son clasificados entre los tipo A, tipo B, tipo C y Jumbo.
La máquina clasificadora embala y encaja cada huevo en el cartón en un proceso absolutamente automatizado.
De allí, la proteína se dirige al almacén de la unidad para su posterior despacho. Los huevos no deben pasar más de cinco días en ese sitio porque pudieran correr el riesgo de descomponerse.
Una de las fortalezas de las granjas del Grupo JHS es la automatización del proceso y la ventilación en los galpones, lo que garantiza que a la mesa del venezolano llegue proteína de altísima calidad.
¡Porque creemos en lo nuestro, producimos en Venezuela!