La producción de huevos en gallinas reproductoras
Las gallinas reproductoras son fundamentales en la industria avícola, ya que son las “madres” de los pollos de engorde. Estas aves ponen huevos que, tras un proceso de incubación, dan lugar a pollitos. Estos, a su vez, son criados y procesados, convirtiéndose en una fuente de proteína de alto valor nutricional que llega a las mesas de los hogares.
Desde el momento en que nacen, las gallinas reproductoras comienzan su desarrollo en un galpón de cría y levante. Este periodo abarca desde el día 1 hasta aproximadamente la semana 21 de vida. Una vez alcanzada esta etapa, las gallinas son trasladadas a la granja de reproducción, donde inicia su ciclo productivo.
Según nuestro gerente de genética en el Grupo JHS, Leonardo Torres, cada gallina reproductora tiene una producción promedio de 4.5 huevos por semana. Es importante destacar que esto significa que hay días en los que no se produce un huevo, lo que es normal en su ciclo.
La vida reproductiva de una gallina reproductora se estima en aproximadamente 44 semanas, aunque la producción de huevos puede extenderse hasta las 65 semanas de edad. Durante este tiempo, se calcula que cada gallina puede llegar a poner alrededor de 150 huevos. Esto implica que, por cada gallina reproductora, se estima que se generan 150 pollos, los cuales se convierten en un alimento esencial para muchas familias.
Por lo tanto, el cuidado adecuado de estas aves durante las etapas de inicio, recría y producción es crucial, ya que influye directamente en la cantidad y calidad de la producción de huevos.
La importancia de las gallinas reproductoras en la cadena alimentaria es indiscutible. Su manejo adecuado asegura el suministro de pollos de engorde, contribuyendo así a la seguridad alimentaria y al bienestar nutricional de la población.