Liderar con responsabilidad en tiempos difíciles

En momentos de incertidumbre, es crucial que los líderes empresariales adopten un enfoque estratégico, considerando cuidadosamente las necesidades y expectativas de todos los grupos de interés, tanto accionistas como no accionistas, para así restaurar la confianza pública.

Para ser un líder efectivo y responsable en estos tiempos, hay dos aspectos fundamentales a considerar. Primero, la responsabilidad debe estar integrada en la estructura organizativa. Esto implica que no debe recaer únicamente en una persona, sino que debe estar presente en las responsabilidades, prácticas de gobernanza, incentivos, valores y cultura del Consejo de Administración, así como en la transparencia de la empresa hacia la sociedad y en sus mecanismos de rendición de cuentas.

Además, la responsabilidad debe ser operativa, medible y monitorizada en todas las áreas de la organización, desde la gestión de la cadena de suministro hasta la asignación de recursos financieros. Las políticas corporativas deben fundamentarse en datos científicos sólidos, como la investigación sobre el cambio climático, y no en modas pasajeras u opiniones populares.

En segundo lugar, las características personales y las habilidades interpersonales de los líderes son esenciales para guiar una organización que genere valor y tenga un impacto social positivo. Los líderes responsables deben demostrar integridad, empatía, transparencia y honestidad en su toma de decisiones. También deben tener una visión a largo plazo y ofrecer alternativas viables en tiempos complicados.

Es vital que los líderes construyan confianza y comprendan profundamente las expectativas de sus grupos de interés. No deben dudar en empoderar y motivar a sus empleados, alentándolos a asumir la responsabilidad de su trabajo y su contribución a la sociedad.

En resumen, liderar de manera responsable en tiempos de crisis es un desafío. Los líderes pueden optar por reducir sus compromisos, recortar inversiones en relaciones con los grupos de interés y adoptar una postura defensiva. Sin embargo, la alternativa más efectiva es invertir en las personas que acompañan su equipo, comprometiéndose de manera genuina con prácticas responsables. Aquellos que eligen esta segunda vía emergen más fuertes y competitivos tras la crisis. Para los líderes que buscan un impacto positivo, la elección es clara.

Fuente: Adaptado de Harvard Deusto Business Review.

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