La expresión “estás sudando como un cerdo”, usada coloquialmente en Venezuela y en Latinoamérica, no es más que un mito porque no corresponde a la realidad.

Como curiosidad y según expertos y fuentes científicas, conocimos que los cerdos no transpiran porque carecen de las glándulas sudoríparas, que son las responsables de generar el sudor, algo que sí presentamos los humanos. Ese es el motivo por el que un cerdo no puede sudar.

Al ser uno de los animales que no sudan, los cerdos recurren a otros métodos de regulación térmica corporal, como es el revolcarse en el lodo o sumergirse en agua. Incluso, en situaciones desesperadas en los que carecen de un medio húmedo para refrescarse, pueden revolcarse en sus propios excrementos y orines para poder sobrevivir al calor y la falta de humectación de su piel.

Por ello, es imprescindible que en épocas fuertes de calor a los cerdos se les garantice ventilación, suministro suficiente de agua, baños recurrentes y, en casos extremos, proporcionarles medicaciones ricas en electrolitos y vitaminas que les ayuda a evaporar y disipar el calor.