A pesar de ser libre de influenza aviar, Venezuela no baja la guardia

En los últimos años, especialmente desde 2022, la influenza aviar ha cobrado relevancia mundial, superando su confinamiento inicial en países asiáticos. Este virus, que inicialmente se limitaba a aves acuáticas y migratorias en ese continente, ha logrado expandirse a diversas regiones del mundo. La situación se ha complicado debido a la mutación del virus, que ha pasado de ser de baja patogenicidad a convertirse en cepas de alta patogenicidad, lo que representa serias consecuencias económicas y sanitarias.

La influenza aviar, también conocida como gripe aviar, es una enfermedad viral que afecta a las aves y a veces a los humanos. Esta enfermedad es causada por el virus de la influenza tipo A, que produce el virus de la familia Orthomyxoviridae. Se transmite por contacto con aves infectadas o con superficies contaminadas.

Aunque actualmente se considera que Venezuela es un país libre de influenza aviar, la vigilancia continúa siendo crucial. En 2022, se reportó un caso de baja patogenicidad en pelícanos en Anzoátegui, que solo afectó a aves silvestres. Sin embargo, en caso de ocurrir otro brote, pero en las aves de corral, puede llevar a la declaración de oficial de la enfermedad en el país, por lo que es imprescindible el monitoreo constante.

En Colombia, por ejemplo, se enfrenta un brote en aves de rapiña y en animales silvestres, lo que ilustra cómo la enfermedad puede propagarse rápidamente. Las aves migratorias y la importación de huevos fértiles son vías de diseminación que plantean una amenaza potencial.

La transmisión a seres humanos, aunque menos común, es un factor de preocupación, sobre todo para los operarios de granja. Sin una vacuna efectiva disponible, la prevención se basa en estrictas medidas de bioseguridad. “Estas, en el Grupo JHS, se cumplen a cabalidad e incluyen la capacitación de los trabajadores para evitar la presencia de aves en sus hogares, así como la implementación de barreras en las granjas, como duchas, cambios de ropa y desinfección de vehículos. La vacunación de las aves y el uso de mallas para limitar el acceso de aves silvestres también son prácticas recomendadas”, explicó Leonardo Torres, médico veterinario del Grupo JHS.

Síntomas y detección

Los síntomas en aves infectadas pueden parecerse a los de una gripe común, pero en cepas de alta patogenicidad, se manifiestan con fiebre alta, hemorragias y, en muchos casos, muerte súbita. Esto puede derivar en pérdidas económicas devastadoras para la industria avícola.

En aves infectadas se escuchan chasquidos, estertores y ruidos respiratorios, que son indicadores de la enfermedad, y que en humanos se conoce como tos.

Dado que la influenza es una enfermedad viral, su detección en bajas proporciones es complicada, y se requiere de pruebas avanzadas, como las de PCR, para identificarla.

En resumen, la influenza aviar representa un desafío continuo que requiere atención y acción coordinada para proteger tanto la salud animal como la humana. La vigilancia y la educación son fundamentales para mantener a raya esta enfermedad y asegurar la estabilidad de la industria avícola en el país.

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