La gallina fue primero que el huevo: Un misterio resuelto por científicos
Investigaciones realizadas por científicos de la Universidad de Sheffield y la Universidad de Warwick, en Inglaterra, han llegado a la conclusión de que la gallina fue antes que el huevo. A continuación, exploraremos la respuesta a este dilema que ha intrigado a la humanidad durante años.
La clave de este hallazgo radica en una proteína específica llamada ovocleidina-17 (OC-17), descubierta en los ovarios de las gallinas. Esta proteína desempeña un papel crucial en la formación de la cáscara del huevo. Lo relevante de este descubrimiento es que la OC-17 solo puede ser producida por las gallinas, lo que sugiere que, para que existiera un huevo tal como lo conocemos, primero tuvo que haber existido un ave.
Desde una perspectiva evolutiva, los científicos argumentan que la primera gallina no necesariamente surgió de un huevo en el sentido moderno. El profesor Mark Rodger, del Departamento de Química y el Centro de Computación Científica, explicó que el embrión que dio origen a la primera gallina pudo haberse desarrollado en un huevo que no era completamente de su especie.
El papel de la OC-17 en la formación del huevo
El estudio realizado en 2010 por investigadores de Warwick y Sheffield se enfocó en cómo se forma la cáscara del huevo, una estructura compleja y resistente compuesta principalmente de cristales de carbonato de calcio. Aunque se conocía el papel importante de la ovocleidina-17 en este proceso, su funcionamiento exacto no se entendía completamente hasta ese momento.
Mediante el uso de tecnología informática avanzada y simulaciones moleculares con una herramienta denominada metadinámica, los científicos pudieron observar el comportamiento de la OC-17 a nivel nanométrico. Según lo indicado en la página oficial de la Universidad de Warwick, los investigadores notaron que esta proteína se une a nanopartículas de carbonato de calcio a través de dos residuos de arginina, actuando como una especie de “pinza química”. Esta interacción promueve la formación de cristalitos de calcita, que posteriormente se desarrollan hasta convertirse en la dura cáscara del huevo.
El Dr. David Quigley, del Departamento de Física y del Centro de Computación Científica de la Universidad de Warwick, explicó que este método permite observar las transiciones entre estados desordenados y ordenados de la materia, como la cristalización. “En nuestras simulaciones, la proteína nunca se desorbió de la nanopartícula más pequeña, sino que siempre se desprendió de la más grande. Sin embargo, en todos los casos, la desorción ocurrió durante o después de la nucleación de la calcita”, afirmó.
Este descubrimiento implica que la proteína actúa como un catalizador reciclable, uniendo temporalmente las partículas de carbonato de calcio, desencadenando la cristalización y luego liberándose para repetir el proceso, un mecanismo natural altamente eficiente y fascinante desde una perspectiva evolutiva.
El descubrimiento del papel de la ovocleidina-17 en la formación de la cáscara del huevo no solo responde a una de las preguntas más antiguas de la humanidad, sino que también representa un avance significativo en diversos campos de la ciencia moderna. Según el Departamento de Medicina Celular y Molecular de la Universidad de Ottawa, se han llevado a cabo numerosos estudios sobre los huevos aviares, especialmente los de la gallina doméstica, debido a su disponibilidad y relevancia biológica. Sin embargo, este estudio es pionero al revelar con precisión el mecanismo molecular detrás de la formación de la cáscara.
Fuente: BBC News Mundo.